Floreciendo de nuevo

Permitir que la muerte nos arranque el deseo,
que todo nos destruya y nos convierta en cero,
que el otro nos golpee hasta que no respiremos,
que el amor nos absorba la energía del cuerpo,
y nos traicionen tan fuerte que ya no confiemos.
Florezcamos nuevamente desde lo que ya no tenemos,
rompamos todo para hacer juego,
hagámosle frente a lo que nos quito vuelo,
matemos el camino que agonizo de miedos,
y con la vida rota sostengamos los sueños.
Y es que hoy el cielo esta mas alto,
y el mundo párese inmenso,
pero aun así sigue siendo suelo.

Desde aquí dentro

Pintando la retina para vivir dentro del mundo que elegimos...

Renunciando

Que el viento termine de robarme las estrellas
y acabe de amputar mis hojas
para que desangren en suelo ajeno.
Yo junto mis raíces y parto lejos,
Simplemente… me rindo.

Suspiros

-Suspiros!- los llamaron,
Pero yo se que solo son aquellas cosas que no me permití desear;
o tener; o admirar; o simplemente amar;
buscando lugares donde no se sofoquen,
lugares más serenos o con más coraje,
lugares que no sean “yo”
por que yo no tengo lugares.

Lo exiliado del deber.

Por que todo lo que no logra nacer en palabra explota, donde la angustia es tierra y germina la locura, nos empeñamos en construir a mano alzada lo que no podemos soplar sobre el mundo. Y así desagotar de sensaciones lo que es dentro de quien es, y pintar colores donde el castigo ha sido ley y el grito la ruptura.

Movimiento

Movimiento de mundo que nos unió y nos impulso hacia delante, que sembró en aire lo que creció en futuro, y robó vida para formar pasado.
Movimiento de mundo que nos moldeo en conjunto donde siempre hemos estado solos, naciendo y muriendo dentro de él.
Movimiento de mundo que, caminando siempre en conceptos, simplemente nombramos… tiempo.