martes, 6 de enero de 2009

Mi mundo


Y si de la conciencia que lava ambigüedades no surge la respuesta de lo que somos, entonces no existe diferencia entre sueños y vigilias.
Y si en nuestros cuerpos se ha esfumado el amor por la propia persona, entonces curaremos el síntoma una y otra vez mientras protegemos con recelo la enfermedad que nos lacera.
Y si en el mundo se desvanece la compasión por la tierra que da vida a lo que en el viento se consagra, mataremos el capullo de nuestro propio futuro y hemos de nacer del despropósito sin saber caminar sobre el aire.
Y si en el tiempo se pierde la belleza, habremos exiliados los sentidos pensando de manera equivoca que aquel mundo de construcción humana puede satisfacer algo más que materia.
Y si es solo materia lo que queda, entonces jamás seremos inmortales.