jueves, 18 de febrero de 2010

Mi árbol de botones

¿Existe un lugar donde todo sea más extraño que sobre un árbol de botones?
Variedad es la palabra, hay tantos botones en el mundo, tan diferentes e iguales por esa misma característica. Colores, tamaños, algunos más frágiles que otros, algunos más alegres y otros tan censillos. Todos a una altura considerable, nacidos de la misma tierra y sostenidos por la misma estructura, algunos de forma más precaria y otros imposibles de romper.
Se llora cada botón perdido y se considera un milagro cada nuevo botón. Están hechos para unir pero algunos son de adorno. Toda una existencia intentando sujetar y mantenerse sujetos a la vez. Tan hermoso en totalidad pero totalmente fuera de lugar en particular, intentando mantener delgado equilibrio en la rama de un árbol que no les pertenece, pero que lleva su nombre.
Tan inútiles e indispensables, tan simples por complejos, de amplia insignificancia y estrepitoso silencio solo por falta de contenido.
¿Existe un lugar más ridículo que aquel árbol de botones?...
Ah cierto… así es.